Ya no es ciencia ficción. La convergencia entre el chip Willow y el algoritmo Quantum Echoes marca el inicio real de la era cuántica y la aceleración de la IA.
No son misiles, son chips. El nuevo orden mundial se está escribiendo en silicio y algoritmos, y estamos en el ojo del huracán.
A finales de 2025, los datos confirman lo que temíamos: la IA no está creando tantos empleos como destruye, y la brecha se acelera.